Qué bello es vivir

Mientras me como un sandwich de tortilla (no quiero bromas..) os felicito la Navidad.
Espero que el marisco os esté sentando bien. Yo no como de eso. No como nada que esté en un plato y que me mire.

He pasado unos días en mi tierra. De estos días familiares destacaré:

- La mala hostia de mi abuela. Porque eso no es mala leche. No. Es mala hostia directamente. A raudales.
- La conversación familiar sobre el suicidio del bisabuelo y la enfermedad mental de la tía María. Miedo. Flipo que el algarrobo siga ahí.
- El momento Nino Bravo. Maldita sea, cantar en familia "Al partir un beso y una flor" hizo que me emocionara. Y qué coño se ha hecho en el pelo la Igartiburu?? Odiosa.

He vuelto con dos úlceras de más pero contenta.

Ahora tengo que hacer mi carta de los Reyes. Como ya sabéis quiero: una Sienna Miller, un corte de pelo en condiciones (estos pelos no solo empiezan a desconcertarme a mí), el tatuaje que llevo posponiendo meses y una crema de noche.
Esto último es lo más importante. He leído que está indicada a partir de los 35, voy a cumplir 28, madremíasíelmesqueviene, pero voy a empezar ya. Para eso nunca es demasiado pronto.

¿¿Y yo por qué me estoy comiendo un sandwich de tortilla si los aborrezco?? Ah sí, porque me lo ha hecho mi madre. Me daba pereza hacerme la cena y he dejado que ella lo hiciese por mí...
Se supone que en unos días debo INTENTAR cocinar.. No me veo con fuerzas..