lunes, 23 de septiembre de 2013

Diario de una atleta (in)feliz I

Día 1



Son las 9:30 a.m.

Llevo mis zapatillas de correr nuevas, mis pantalones grises de Rocky y mi camiseta de Joan Jett (Oh, Joan!)

Voy a correr como si no hubiese un mañana. Es hora de ponerse en forma, de recordar los good old days del equipo de atletismo del colegio. Dejaré a Forrest Gump en bragas.

He desayunado leche sin lactosa (soy una nerd intolerante) y dos tostadas con mantequilla. El desayuno es mi comida favorita del día.

Adiós, volveré en una hora o así.

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Son las 9:40 a.m.

Me quiero morir. En serio. Me explota el pecho. He corrido ¿cuánto? ¿500 metros?

¿Qué ha podido salir mal? El desayuno no puede ser, el look tampoco, ¡si voy divina!. Pondría una foto pero nada más llegar me he quitado la ropa en un intento desesperado para conseguir O2 extra a través de los poros.

La música tampoco ha podido fallar: la ost de Tree of Life y Lana Del Rey. Todo el mundo sabe que tengo un gusto musical exquisito.

Si no mejoro en una semana lo dejo.

Al fin y al cabo correr es de cobardes.


P.D: creo que mis 15 años de sedentarismo extremo es lo que ha fallado.