Entre estos escritores hay uno que no puedo dejar de leer y eso que consigue que me encuentre mal físicamente durante y después de leerlo.
Justo al contrario me pasa con cierta persona/je, que todos sus escritos me producen un bienestar físico similar al myolastan.
Luego hay otro al que amo odiar. Odio mucho mucho mucho cierto libro suyo, pero me encanta todo lo demás. Reconozco que siempre hablo de él con la boca pequeña.
Con una escritora no comulgo nada con su visión religiosa de la vida. Pero en algunos momentos he tenido que recurrir a ella vayaustedasaberporqué.
Pero hay uno, que además era guapo, que me devuelve la fe en la humanidad y con el que estoy de acuerdo 100% con su visión socialista de la vida.
*Por cierto, aquí falta Al Este del Edén, que lo he prestado.