La incomprendida Treme

"Te hablaré de Treme mientras me bebo un poleo-menta en mi nueva taza de Twilight Zone. Por cierto, la viste? Lo que me recuerda que tienes que volver a explicarme cómo diablos se hace el mate. Lo intenté y creo que fallé estrepitosamente. Tu padre me hubiese azotado. Aunque ahora que lo pienso ¿no era tu padre el que tomaba mate de forma poco convencional?

Treme... ahora que has terminado la primera temporada barruntarás que es una serie coral, y que, al igual que The Wire, son series que se deben valorar en su conjunto una vez terminadas. Una vez dije que cada capítulo de Los Soprano era mejor que cualquier película actual (ahora incluiría también en esta premisa a Boardwalk Empire). Eso no pasa con las series de David Simon. Puede que la primera temporada te guste, que la segunda te sea indiferente o que la tercera, como a mí, te enamore. Ya me pasó con The Wire: la segunda y cuarta temporada las mejores. Pero en su totalidad es una serie épica. 

Así que te vaticino, sin saber cómo terminará Treme, que amaremos esta serie. Porque David Simon sabe lo que se hace.

¿Te has fijado cómo en algunos capítulos los personajes se toman su tiempo para hablar o simplemente mirar? A veces parece que en todo un capítulo no ocurre nada y cuando termina te das cuenta que el capítulo ha tenido una duración de casi una hora, pasándose por el forro los 45 minutos que establece el canon de serie actual.  

Esos tiempos muertos son los que más me gustan de Treme, lo que la hace natural y fuera de guión. Aunque entiendo que a la gente le desespere profundamente eso mismo.

Con el tiempo le cogerás cariño a todos los personajes, incluso a Davis, jajaja.... Pero reconozco que Davis McAlary es uno de los personajes más insufribles de la historia televisiva.

¿Mis favoritos? LaDonna, Batiste y el atractivísimo Chief Lambreaux. 

¿Sabes por qué Treme es tan minoritaria? Porque es una serie para outsiders* con un gran gusto musical, y de eso no abunda en el mundo.

*Ahora que lo pienso New Orleans siempre ha sido una ciudad outsider. Demasiado multicultural, criolla y festiva para EEUU. Como si en realidad no fuese una verdadera ciudad norteamericana. Una ciudad para pecar y practicar vudú. Quizá por eso algunos talibanes religiosos dijeran en su momento que el Katrina fue la ira de Dios castigando a la ciudad más decadente de EEUU..."