Lluvia y otros desastres (in)naturales

Cuando en esta ciudad llueve, se acaba el mundo. En serio.
Vale que la lluvia que cae sobre nuestras cabezas es mierda roja más que agua, pero no es ácido sulfúrico...

La gente corre por la calle con cara angustiada. Los conductores de pronto se olvidan de cómo conducir. Coño, hasta se va la luz en mi casa.

Eso es lo peor. Anoche me quedé sin luz. Esta mañana ya funcionaba el bendito sistema eléctrico, pero cuando he ido a secarme el pelo se ha vuelto a ir. Así que he tenido que salir a la calle con mi pelo de fregona y rezando para que no se me rizase el flequillo...he deseado tener un sombrero victoriano de ala ancha.

También me ha sentado mal el desayuno. ¿La nueva marca de leche? Ummm.. sospecho que ha sido el Colacao. Ya no me quedaba del Complet y me he echado del normal. Mi estómago es más intolerante de lo que pensaba...

Llego a la biblio, y tachán! goteras por todas partes. Muy cutre. Han colocado cubos y papeleras por toda la 2ª planta. Una casi tiene que esquivarlos. Lo dicho, cutre.



La foto no se ve muy bien porque la ha hecho P con su móvil.

Y el vigilante de la entrada y yo seguimos echándonos miradas asesinas. Tuvimos un pequeño incidente la otra semana...

Lo único divertido de la mañana ha sido leer la página de contactos. Esa sección nunca me falla. La ganadora del día:

"Busco hombre regordete, con pecho y barriga velludo, con bonito calo. Yo, hombre dotado"

Sí. Calo. ¿Se referirá a culo? ¿O es una nueva jerga homosexual que desconozco? Si alguien lo sabe, que me lo diga.

En fin...ah, y Marcelo, si lees esto, te digo, coléricamente, que eres un tatuador de mierda. No me vengas con "tan pequeño no se puede".

Está claro que me hallo ante un ciclo de mala suerte. Y como dicen, no tiene sentido oponerse a la Fortuna hasta que termine el ciclo.